(Si cree que he escrito este libro con un propósito siniestro o para
fomentar el daño a los musulmanes, por favor, empiece por el final y lea
primero el apéndice).
Mahoma nació en el año 570 d. C., en
una ciudad llamada La Meca, situada en lo que ahora es Arabia Saudí. En aquella
época, Arabia no era un país, se trataba de un área habitada por una serie de
tribus. Era y sigue siendo un paisaje cálido, seco e inhóspito en el que la
gente sobrevivía gracias al pastoreo de ovejas y cabras y a los dátiles que se
cultivaban en el norte. Las enemistades entre familias eran frecuentes y, por
lo general, se dirimían haciendo cumplir el principio del ojo por ojo, diente
por diente. En ocasiones se pagaba dinero de sangre para resolver un asesinato.
La Meca era una ciudad santa y un
centro religioso para todo tipo de religiones. Había un edificio llamado la
Kaaba, en el que se hallaba una piedra sagrada, que se creía proviniese de un meteorito.
También había un pozo, cuya agua se consideraba sagrada y tenía propiedades
medicinales. Tribus de todas partes de Arabia acudían a La Meca para venerar a
diversas deidades. Incluso había algunos cristianos y judíos que vivían en la
ciudad; era muy multicultural. Mahoma provenía de la nobleza de La Meca, los
Quraish y su clan eran los Hashim. El principal dios de los Quraish era Alá, el
dios de la luna, (por eso todas las mezquitas tienen una luna creciente en lo
alto), aunque se rendía culto a muchos otros dioses. Dado que este era un lugar
sagrado, luchar en La Meca no estaba permitido y las peleas tenían lugar fuera
de la ciudad.
El padre de Mahoma murió antes de
que él naciese y su madre falleció cuando tenía cinco años.
Le crio su abuelo hasta su muerte y
luego su tío, Abu Talib, se encargó de su cuidado. Abu Talib era un miembro
poderoso de los Quraish. Al parecer fue una figura benévola que, durante su
vida, protegió a Mahoma y le trató muy bien.
El principal negocio de los Quraish
era la religión y también ganaban dinero con el comercio.
Al crecer, Mahoma fue contratado por
una viuda rica llamada Jadiya que comerciaba con Siria. Mahoma se ocupaba de
las caravanas y hacía los tratos con los sirios. Siria era en esa época un país
cristiano y mucho más sofisticado y cosmopolita que Arabia. De hecho, entonces
era mucho más sofisticado y cosmopolita que la mayor parte de Europa. Los
árabes tomaron el alfabeto de los cristianos sirios, si bien la escritura
estaba restringida únicamente a las transacciones comerciales. En esos años no
había libros escritos en árabe. Las tradiciones religiosas se transmitían de
forma oral y los cristianos y judíos eran conocidos como «la gente del libro»,
puesto que poseían las Escrituras. A Mahoma le fue bien como comerciante y
obtuvo buenas ganancias para Jadiya. Tras un tiempo, Jadiya le propuso
matrimonio y juntos tuvieron cuatro hijas y dos hijos[1].
Debido a este entorno, Mahoma
conocía distintas religiones. Lógicamente, estaba muy familiarizado con los
rituales de su propio clan, los árabes paganos de La Meca y muchos de estos
rituales fueron luego incorporados al islam. También había judíos en La Meca y
el primo de su mujer era cristiano. Dado que la mayoría de las religiones no
contaba con la palabra escrita, no era raro que la gente tuviera diferentes
versiones de cada religión o que empezase su propio culto.
Datos importantes:
Ser musulmán significa aceptar que
Mahoma era el ser humano perfecto. Su vida es el ejemplo a seguir en todos los
aspectos posibles para todos los musulmanes. Por supuesto, no todos tienen
mucho éxito en esta tarea pero el nivel de devoción de un musulmán se mide en
proporción al modo en el que sigue el ejemplo y las enseñanzas de Mahoma. Este
hecho no se debate en el islam, y por ese motivo es importante conocer la
historia. Incluso existe una palabra para describir el comportamiento de
Mahoma: «Sunnah».
Nota:
Algunas personas sentirán que no
deberían leer este libro por sus principios, así que antes de seguir, me
gustaría dejar algo claro: soy un gran defensor de la libertad de credo. Puede
creer lo que quiera y rendir culto del modo que considere oportuno. Si un grupo
de cristianos desea orar de un modo extraño o poco frecuente, eso no me molesta
en lo más mínimo.
Sin embargo, si ese grupo se
constituye como una organización política e intenta influenciar el modo en el
que funciona la sociedad, entonces, es muy probable que preste atención. Si no
estoy de acuerdo con su visión política o con sus métodos, haré valer mi
derecho a criticar estas actividades. Esta no es una crítica religiosa, es una
crítica política.
No soy un experto en la religión del
islam y no voy a comentar mucho sobre las creencias o prácticas religiosas,
excepto cuando tengan además un aspecto político. Lo que sí voy a tratar son
los objetivos, propósitos y métodos políticos que quedan claramente
establecidos en la doctrina islámica. El modo en el que los musulmanes
interactúan entre sí y con Dios es un asunto religioso y no me interesa. El
modo en el que interactúan con los no musulmanes (a los que llaman kuffar) es
un tema político que me concierne. A medida que se desarrolle esta historia,
quedará clara la razón.
Bibliografía
La fuente original de la mayor parte
de este material es un libro titulado Sirat
Rasul Allah (La vida del Profeta de Alá) o simplemente La Sira de Ibn Ishaq, que es el estudioso musulmán más venerado y
digno de confianza de todos los tiempos. Esta obra se completó aproximadamente
unos cien años después de la muerte de Mahoma (por lo que es la biografía más
antigua del profeta que ha llegado hasta nuestros días) y es el relato
biográfico definitivo de la vida de Mahoma para aquellos que estudian el islam.
Fue traducido al inglés en 1955 por
un profesor de árabe, A. Guillaume, con el título The Life of Mohammed. Fue posible completar la traducción gracias a
la ayuda de varios profesores de árabe. Aún es la traducción inglesa más
utilizada tanto por musulmanes como por no musulmanes.
Esta traducción directa ha sido
simplificada y reordenada de forma excelente por la organización llamada Centre
for the Study of Political Islam. También han incluido algo de material de
otras fuentes fiables que aporta claridad y contexto a una historia que antes
requería mucho estudio si uno quería entenderla. El título del libro que han
publicado en inglés es Mohammed and the
Unbelievers. La mayor parte de las citas utilizadas en este libro provienen
de esa fuente (que hace referencia a La
Sira con un sistema de números en el margen que contiene el texto
original).
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